Es encantador, muy juguetón, simpático y, a la vez, tranquilo. Le encanta pasear, hacerse fotos y su mayor cualidad su gran corazón; es un buen amigo y compañero de vida. Estamos hablando de Merlí, uno de nuestros caniches favoritos. Hoy, él es el protagonista :)
Hoy hablamos con Mimi, su mamá, quien ha compartido con nosotras cómo fue la llegada del caniche en su casa, el cambio que supuso en sus vidas, su día a día y algunos de sus secretos.
Merlí cumplirá 3 años el próximo 7 de diciembre. Fue un rayo de luz y esperanza para nosotros.
Decidimos incorporar a Merlí en nuestra pequeña familia a raíz de la pérdida de Llorenç, el hijo que Aleix y yo esperábamos en abril de 2017. Lola empezó el colegio ese mismo año y todo volvió a la “normalidad”, aunque una pérdida así nunca se supere. En una de las entrevistas del colegio nos preguntaron si queríamos darle un hermanito a Lola y la respuesta la teníamos clara: no queríamos más hijos para no incurrir en el mismo sufrimiento pero sí deseábamos que Lola tuviese un compañero y aprendiese el sentido de la responsabilidad. A partir de allí empezó nuestra búsqueda de Merlí.
Merlí llegó a casa cuando Lola tenía 3 años y son dos hermanos. Se cuidan, se protegen y lo más gracioso es que cuando Lola se enfada, su único consuelo es Merlí. Lo coge, lo abraza y se desahoga con él. Merlí la acompaña y se queda a su lado hasta que Lola se calma.
Merlí es un ser lleno de luz, alegría y de vida. Es súper agradecido y no nos imaginamos la vida sin él. Tiene un vínculo especial con cada uno de los miembros de la familia y, como veis, es un peluche y siempre nos paran por la calle.
Merlí es un caniche y requiere muchos cuidados. Cada dos semanas acude a la peluquería para un correcto seguimiento de su pelaje y para evitar nudos y encrespamiento. El truco es encontrar el profesional de confianza (en nuestro caso es Noelia de El Món del Gos) que conozca las necesidades de cada perro y sepa cómo sacarle el mayor provecho.
Otro aspecto importante es la alimentación. Nosotros siempre hemos querido otorgarle unos alimentos naturales y bajo la supervisión de nuestra nutricionista Ester (de nutrición Coco & Yo). Este conjunto de buenas prácticas se reflejan en su bienestar y en consecuencia, en su apariencia y pelaje.
Ser conscientes de que es una raza que requiere un mantenimiento exhaustivo y eso lleva tiempo, dinero y paciencia. Aconsejaría llevarlo un par de veces al mes a la peluquería, conseguir un buen cepillo para evitar nudos, una correcta higiene de las ojeras y una alimentación equilibrada. Un truco es acudir a un buen veterinario y que os asesore personalmente.
No os olvidéis de dedicarle siempre un buen rato al día para que pasee, juegue y se relacione con otros perros. Es una raza pequeña pero necesita estar al aire libre, olfatear y correr.
Merlí tiene un carácter de 10. Es tranquilo y a la vez si encuentra una pelota se convierte en un torbellino. Ya se te puede caer el brazo, que nunca se cansará de ir a por la pelota ;)
Aunque nuestro feed de Instagram esté muy trabajo e intente reflejar cierta perfección, no dejamos de ser una familia normal y corriente, con nuestra rutina y trabajos. De todas maneras, detrás de cada foto hay mucho esmero tanto en la preparación como en la postproducción. Aleix y yo formamos un gran equipo: él dirige y yo disparo la foto. Para Merlí es un momento de juego y siempre recibe premios al acabar. Nosotros aprovechamos este momento para practicar el autocontrol.
Merlí es un perro súper agradecido y es feliz allá donde va. Le encanta la playa y aunque la tengamos al lado no vamos tanto como nos gustaría. Por lo que hace referencia al monte, Merlí es como una cabra: salta, brinca, y si hay vacas ya ni os cuento… ¡Eso sí! Vayas dónde vayas con Merlí, siempre se comporta súper bien. El trabajo que hemos hecho tiene su recompensa.
